miércoles, 22 de febrero de 2012

FRITANGA INGLESA!

Con 20 años peregrine a Londres en busca del Santo Gríal. Entre taberna y taberna no encontré nada, más que unos cuantos amarillos y vomitonas intermitentes cual aspersor en un jardín Leliani.
Trabajaba de sol a sol en un fast food portugués, en un  principio limpiando platos, y a los tres meses terminé frente al grill.  Llegué a ser un especialista en hamburguesas de pollo y verduras que tanto le gustaba a Vini, un querido amigo hindú, que tenía  tres trabajos part-time,  y no dormía más que cuatro horas al día, posiblemente ya haya cumplido su sueño: tener un badulaque y conseguir la receta del fresi sui. Como buen hindú le encantaba el picante. Un buen día le apostó al Jefe que era capaz de comerse dos pollos enteros con salsa extra extra picante. Yo me encargue de barnizar  el ave con extra, extra de picante, desparramando picante por el suelo y por las paredes.Vini se terminó el primer pollo, el pobre sudaba la gota gorda y finalmente perdió la apuesta. Ese día había muy poca faena y me entretenía bromeando, improvisando con  Mike cara bonita. Un mulato resultón, al que las Bielorusas lo amaban por su sonrisa angelical y su culo respingón. Comenzamos a boxear amistosamente, muy Peter Panescos. Le solté una derecha al aire, rozando la mejilla de Mike. Él, me devolvió un gancho, retrocedí,  y entonces la querida salsa extra picante de nuestro querido Vini hizo cual cáscara de plátano, caí de espaldas, pero mi brazo izquierdo consiguió apoyarse. ¿dónde?. En el interior de una freidora industrial, no me acuerdo de la temperatura, ¡Ayyyyy! grité un joder más agudo que el Night Fever de los  Bee Gees.  Alcé mi brazo, también muy a lo Bee Gee salpicando de aceite a Mike por sus brazos y su cara tan deseada por las chicas. Corrí  hacia el interior de la cocina y la encargada hija puta-tiva se pensaba que eran otras de mis bromas y trucos No le dió mucha importancia. Entonces es cuando utilice la lengua de Toni Montana, la asesine con cada palabra, la mala víbora, no quería llamar a la Ambulancia, ni darme dinero para el taxi. Mike intervinó, llamo a un taxi.  Subí en el coche con la mano sumergida en una cubeta de acero con agua tibía. Entré en el Hospital chillando de dolor, en menos que canta un pavo ya estaba tumbado en una cama en Urgencias.  Una mezcla de frío+ calor + calor + frío = mucho dolor,  me subía por todo el brazo. Apareció el Doctor Bangala, originario de India,  con su peculiar turbante y barba de años, me dio tranquilidad, ya que me lo imaginaba curando heridas mortales de serpientes, acompañando en expediciones a aventureros en su lejana país. Se acercó y me dijo que era Doctor, pero que su sueño era tener un badulaque y estar conectado todo el  día al Skipe. Yo le argumenté, que se dejara de dramas personales y me diera algo para calmar mi dolor. Con toda su tranquilidad se puso a repasar un manual de quemaduras. Efectivamente, su sueño era tener un badulaque. Pasaron los minutos y el doctor seguía leyendo el Playboy  que tenía en medio del manual, cuando despareció, con una postura extraña: culo para fuera y sacando pecho, posiblemente iría al baño, el brazo me quemaba y no aguantaba más, comencé a golpear la pared –lógicamente con la mano buena- y a gritar todo tipo de frases: CABRONES INGLESES, DARME MORFINA!!  DOCTOR BANGALA, NO TE TOQUES LA CIGALA!!! Pero veía que no me hacían caso, al rato comencé a gritarles: CABRONES INGLESES, GIBRALTAR ESPAÑOL!!.. A los pocos segundos, apareció una enfermera cincuentena con una gran jeringuilla y un culo sobre dimensionado por el fish & chips y la mantequilla,  me dijo que bebiera esa poción y que lo de Gibraltar ni de coña.  Al minuto, se me pasó el dolor, se sentaron unos duendes a mi lado y mis ojos se fueron apagando.
Cuando me desperté, los simpáticos duendes se habían marchado. La enfermera me aplicó una crema y me puso un guante blanco de Latex, que parecía M. Jackson. Mi piel se murió, asombrosamente no me quedó ninguna marca. Al contrario del pobre  Mike cuando regresé unos meses más tarde a Inglaterra, le habían quedado unas marcas en la cara y ahora lo llamaban Mike “culo bonito”.

"Grité un joder más agudo que el Night Fever de los  Bee Gees" 

2 comentarios:

  1. Pues las manos las tienes bien...¿Cual es tu secreto?

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  2. Mi secreto es beber 2 vasos de agua nada más levantarme y una pieza de fruta de temporada! :P

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